Además de lo comentado de la designación profesional y el uso de @, y enlazando con lo anterior sobre el condicionamiento del lenguaje, creo que hoy en día, en general se es más consciente del poder del lenguaje, y por ello, cada vez más gente presenta una expresión más cuidadosa y respetuosa, evitando usos poco adecuados.
Mi expresión sigue evolucionando, en general procuro contemplar las expectativas o necesidades de las personas con las que interacciono, para poder dar un tono constructivo y positivo a cualquier conversación. En lo verbal, por practicidad y economía, solo empleo la mención de genero diferenciada (nosotros y nosotras) en los comienzos discursivos o de manera ocasional, principalmente empleo plurales genericos alternativos (el grupo, la clase, la sociedad, el equipo, ...), o empleo el genero mayoritario del auditorio. Leyendo el artículo sobre Isaias Lafuente creonque coincido con su exposición.
En mis actividades con l@s niñ@s me gusta provocarles con palabras estrambóticas, o disruptivas respecto al lenguaje estandar, así tengo gamberrotes, gamberrot@s, gamberrotontiloquis... principas y princesos, e interpelaciones al personsjill@ de turno del tipo que suelen sonar en directo algo así como (alternando voces y gestualización histriónicas) "a ver, la bombera astronautica que está venga a saltar sin hace caso, la fase de despegue espacial de toda astronauta no puede cristalizar sin la correspondiente fase previa en edades como la de usted, edades y momentos vitales en los que lo ideal es entrenar como se le pide para fortalecerse y llegar alto,... y no caerse del paraculocaidas" en general la mezcla entre estupefacción y despiporre generalizado, me permite recuperar su atención de manera amigable, y me hacen caso con una sonrisa de oreja a oreja imaginándose de mayores de "bomberastronautas", algunas jovenes personas de fuertes convicciones me corrigen con un "yo no quiero ser eso, yo quiero ser..." con lo que reconduzco la perorata en la dirección de sus deseos adornados con un subrealismo empoderador.
Con jovenes y adultos, lo hago no tanto desde la corrección política, como desde la perspectiva de honrar a mis interlocutor@s dando importancia dentro de lo posible, a cada persona participante (tengo compañeras de carrera que desean ser denominadas "ingeniera", y otras que prefieren ser denominadas "ingeniero", a cada persona me dirijo como lo pide :)
